Sergio Fajardo, aspirante a la presidencia en 2022, se mostró tranquilo ante la decisión de la Fiscalía General de la Nación de remitir su proceso ante la Corte Suprema de Justicia. Es más, dejó evidente su satisfacción porque considera que en este escenario podrá ratificar su inocencia: «Por fin tengo la oportunidad que yo venía reclamando», dijo.
«Desde hace cinco años comenzó este proceso, siempre he dicho acúseme de donde se me tiene que acusar. Ya pasamos por la imputación, no hicimos nada incorrecto, es la forma como manejamos todo, cinco años rogando para tener la oportunidad de defenderme y por fin la tengo», dijo en la mañana de este viernes.
Por fin la Fiscalía atendió nuestra reiterada solicitud de respetarnos el plazo razonable y proceder, después de 5 años de proceso, a acusarme ante la Corte Suprema de Justicia. Actué correctamente y así lo demostraré.
— Sergio Fajardo (@sergio_fajardo) August 27, 2021
Fajardo dijo también: «Por fin la Fiscalía atendió nuestra reiterada solicitud de respetarnos el plazo razonable y proceder, después de 5 años de proceso, a acusarme ante la Corte Suprema de Justicia».
Para uno de los hombres que lidera la intención de voto en la carrera a la presidencia de la República la situación es clara: «Actué correctamente y así lo demostraré».
El excandidato presidencial Sergio Fajardo anuncio que pedira formalmente al fiscal Francisco Barbosa «que presida un comite tecnico juridico para revisar la improcedencia de la imputacion» que la Fiscalia hara en su contra por presunta irregularidad en un contrato celebrado cuando el fungia como gobernador de Antioquia. Agrego que esta a la espera de la cita en la Fiscalia General de la Nacion «para entender la imputacion». Afirma que esta «listo para responder por mis actuaciones». La primera reaccion publica de Fajardo a la determinacion del ente acusador se dio en su cuenta de Twitter, pocas horas despues de conocerse la noticia, mientras en esa plataforma continuan las criticas de juristas, analistas y politicos. La han calificado como una maniobra politica que criminaliza un riesgo completamente normal para las entidades que contraen prestamos en moneda extranjera.