Los Secretos de D’arcy Quinn revelaron que la petición de Miguel Rodríguez Orejuela de ser gestor de paz puso nerviosos a algunos aliados de Gustavo Petro.
Están nerviosos en el samperismo, mejor dicho, el expresidente Ernesto Samper, quien siempre resulta ser el mayor perjudicado con cada declaración de los hermanos Rodríguez Orejuela, quienes financiaron su campaña a la presidencia en 1994 «a sus espaldas», según afirmó en su momento.
A finales de enero se publicará el libro de Gilberto Rodríguez Orejuela, fallecido en una cárcel de Estados Unidos, el cual promete grandes revelaciones sobre ese episodio de la campaña, así como sobre las relaciones entre el narcotráfico y la política.
Si el presidente Petro llega a nombrar gestor de paz a Miguel Rodríguez Orejuela, este ha prometido hablar de esos episodios, incluyendo cómo fueron traicionados por sus aliados políticos, además de revelar quién asesinó a Álvaro Gómez Hurtado, entre otros crímenes considerados de Estado. En ese caso, inevitablemente saldría a relucir Ernesto Samper y su gobierno.
Imagino que Samper no está muy contento con esta posibilidad, pero estaría aún menos satisfecho si el presidente Petro concede dicha petición a Rodríguez Orejuela, quien busca su libertad y no quiere, como su hermano, morir en una cárcel en Estados Unidos.