Joven barranquillera

Redacción: Zonacero

La estudiante de ingeniería aeroespacial, Angélica Turizo Donado, vivió la experiencia de una misión análoga espacial que se llevó a cabo en la Casa Tibaná, en Chía, Cundinamarca.

Se trata de la primera estación análoga en Colombia que simula un viaje espacial a Marte o la Luna, liderada por un grupo de personas de la Universidad Nacional, que creó la fundación Cydonia para impulsar el desarrollo aeroespacial en el país.

La misión se da precisamente en el año de la ‘Era espacial’ que persigue volver a la Luna y colonizar el planeta Marte.

Angélica cursa sus estudios en la Universidad de Antioquia, donde presentó su aspiración para ser seleccionada en el experimento que comenzó el pasado 28 de agosto hasta el 11 de septiembre.

“Se abrió primero una convocatoria para que las personas interesadas se pudieran inscribir. Desde mi carrera siempre nos encontramos muy interesados a cualquier proyecto espacial que tenga el potencial de crear investigación valiosa para el campo aeroespacial colombiano e internacional. Fue en ese momento que un grupo de compañeros colegas de la carrera nos pusimos de acuerdo para presentarnos como tripulación, y afortunadamente luego de ser escogidos, nos aventuramos a esta extraordinaria misión”, contó.

La misión análoga se basó en operaciones realizadas en tierra, utilizando escenarios naturales o artificiales adecuados para simular entornos espaciales.

De esta manera, pudieron resolver toda clase de problemas técnicos, diseñar experimentos, analizar elementos de robótica, algoritmos y programas digitales, además de estudiar el comportamiento humano en espacios confinados.

“El lugar tiene un área de aproximadamente 30 metros cuadrados de los que 18 metros son los domos en los que viven y desarrollan sus actividades: uno funciona como invernadero, otro como laboratorio y en el último los dormitorios y la cocina”.

El resto del sitio es el terreno rocoso similar al planeta rojo, por el que solo caminaron con sus trajes espaciales de simulación.

Turizo Donado, de 21 años y oriunda de Barranquilla, destacó que la experiencia no solo la hizo crecer académicamente sino también a nivel personal.

“Durante la misión nos debimos de enfrentar a muchos retos como la limitación de recursos (agua, energía, comida) que requerieron de nuestro ingenio para saber distribuirlos de la mejor manera. Además, vivir en estos ambientes controlados te hace valorar la cantidad de recursos que gastamos en nuestra vida cotidiana, por ejemplo, cuánta agua consumimos al día nada más duchándonos, en promedio unos 50 litros nada más en 5 minutos. Y es que en la Tierra los recursos no son ilimitados, por lo que estas misiones análogas no solo aplican a vivir en otros planetas, sino que pueden ser el futuro en nuestro hogar”, agregó la joven.

La barranquillera es apasionada desde muy pequeña en los asuntos de naves espaciales y hoy trabaja incansablemente para ser una líder en el tema e impulsarlo en su país natal.   

“No muchos creen en que Colombia tenga campo en este sector, pero yo creo que proyectos como la misión análoga demuestran que aquí tenemos mucho potencial. Quisiera que el país piense en impulsar más este campo, por ejemplo, creando su Agencia Espacial y sería un sueño poder ser parte de ello”, puntualizó.

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